Es finde, hay que postear, y me veo obligada a mezclar buenas nuevas, económicas y musicales, temas a los que este viernes me permite dedicarles un par de renglones en una misma entrada.
Dentro del sombrío panorama de crisis, en la que - según ley de Murphy - si algo puede irá peor, algo ha ido a mejor esta semana: el BCE ha reducido notablemente los tipos de interés en un intento de reanimación, algo tardío, digámoslo así, de la economía europea. Esa bajada de los tipos ha inducido un moderado descenso del Euribor, que es el índice de referencia para la mayoría de las hipotecas que castigan el bolsillo del español. Sin embargo, se percibe una velada reticencia de los bancos para traspasar las medidas de saneamiento al cliente final. El dinero es esquivo, tiene aversión al riesgo y la sacudida ha sido fuerte, la confianza tarda en reinstalarse y la cautela hacia la concesión de préstamos demorará en restablecerse detrás de los mostradores de banca de empresa y mucho más de banca a particulares, dígase familias.
Ya ha advertido el propio Trichet que, como no haya respuesta concreta en los créditos al consumo y baje el precio del dinero al cliente final, no se dará continuidad a esta política y se reconsiderarán las medidas en favor del sector bancario. No es justo que los bancos reciban medidas de apoyo como la compra de activos por el Estado, las subvenciones, avales y asignaciones para mejorar su liquidez, que bajen los tipos del BCE y solamente saneen sus estados, sin que eso se transfiera al sector consumo en forma de créditos agilizados y tipos más bajos que estimulen la inversión, que consoliden el tejido empresarial y la economía de las familias, que sean como se espera motor de reactivación del consumo y el ritmo económico general. Ese es el objetivo…si no, pa qué?
Dentro del sombrío panorama de crisis, en la que - según ley de Murphy - si algo puede irá peor, algo ha ido a mejor esta semana: el BCE ha reducido notablemente los tipos de interés en un intento de reanimación, algo tardío, digámoslo así, de la economía europea. Esa bajada de los tipos ha inducido un moderado descenso del Euribor, que es el índice de referencia para la mayoría de las hipotecas que castigan el bolsillo del español. Sin embargo, se percibe una velada reticencia de los bancos para traspasar las medidas de saneamiento al cliente final. El dinero es esquivo, tiene aversión al riesgo y la sacudida ha sido fuerte, la confianza tarda en reinstalarse y la cautela hacia la concesión de préstamos demorará en restablecerse detrás de los mostradores de banca de empresa y mucho más de banca a particulares, dígase familias.
Ya ha advertido el propio Trichet que, como no haya respuesta concreta en los créditos al consumo y baje el precio del dinero al cliente final, no se dará continuidad a esta política y se reconsiderarán las medidas en favor del sector bancario. No es justo que los bancos reciban medidas de apoyo como la compra de activos por el Estado, las subvenciones, avales y asignaciones para mejorar su liquidez, que bajen los tipos del BCE y solamente saneen sus estados, sin que eso se transfiera al sector consumo en forma de créditos agilizados y tipos más bajos que estimulen la inversión, que consoliden el tejido empresarial y la economía de las familias, que sean como se espera motor de reactivación del consumo y el ritmo económico general. Ese es el objetivo…si no, pa qué?

Y por último, aunque no es noticia tan nueva, acabo de cargar anoche en mi Mp
4 el último disco de Isaac Delgado “Soy yo”, con diez temas grabados entre Puerto Rico y Miami, en los que el chévere fusiona su mejor salsa con ritmos pop, algo de música urbana, y también de jazz. Un gustazo para mí, que le había perdido un poco la pista desde que dejamos de vivir en la Isla, él por un lado y yo por otro, pero enganchada fielmente a ese tumbaíto elegante, a toda su música desde aquella sesiones, hace más quince años, en la Revista de la Mañana junto a Hildita Rabilero en que con NG necesitaba una amiga…Bien por ti, la fiesta sigue Isacito, como la primera vez!
