
Pues esta semana encontré en el puesto de verduras de mi barrio una patata enorme y "acorazonada". Esta viene de Galicia y es de cosecha nueva. Todavía tiene tierrita. No creo probable que me tropiece por ahí a Obama en ningún sitio, pero con gusto se la regalaría. Como a mucha gente, me gusta Obama y conque logre el 10% de sus ambiciosas promesas ya habrá hecho bastante. Aunque sea por
contraste con lo que había. Aunque sea por no desencadenar una guerra nueva. Aunque sea por traer esperanza y sentido de conciliación, negro y blanco, mesura a este comienzo de siglo. Aquí queda el tubérculo para los curiosos de las formas. Lo mismo vista desde atrás esta patata es más voluptuosa que un simple corazón.
