
Dice Keanu "Pasó, como es habitual, en mi 40 cumpleaños. Como si alguien hubiera prendido un interruptor. Tuve que ir a terapia para superarlo". Para favorecer un "nuevo comienzo" decidió comprarse una casa para "poder echar raíces". Después de superar la crisis de la cuarentena, el actor ha decidido adoptar una "mirada más relajada" de la vida que incluye "no pensar de forma materialista" y evitar las fiestas de famosos. Lo que más le divierte es tocar el bajo y actuar sobre el escenario con su grupo de música Dog Star. Y comenta que no le importa "en absoluto" el dinero y que sólo lo ve como un medio para "no tener que aceptar cada papel" que le ofrecen.
Pensándolo bien, tengo una analogía de opuestos perfectamente contrastada con mi famoso coetáneo: Estoy reconciliada con la manera en que llevo mis cuarenta y algo, no me importó en lo absoluto cumplir los 40 aquel enero, recomenzando vida en Madrid. También, por pura casualidad de los trámites y aprobaciones, firmé al día siguiente de mi cumpleaños el contrato de compra de mi primera casa “propia”, más por evitar seguir gastando en alquileres que por afán existencialista. Pero a la fuerza me importa el precio del dinero, como no se reajusten rapidito los tipos de interés y las cuotas, pronto tendré que ir a terapia para superar el no llegar a fin de mes, los números rojos…y la hipoteca!
He aquí amigos co-bloggers y lectores la gran verdad de la relatividad de las cosas…genial Albert
Estamos todos conectados a la gran matrix bancaria de las tarjetas de crédito, los mortgages, los loans y los vaivenes del Euribor o la Fed, metidos en una red de pasivos, que nos mantiene vivos para seguir sorbiendo comisiones e intereses.
Pero igual, no dejan de ser bonitas las cifras de los 44…y no hay que deprimirse por ello, guapísimo!
Photo: Keanu Reeves